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Leí por ahí que nuestra energía se nos puede ir sin darnos cuenta, y cuando lo leí comencé a tomar conciencia que me estaba pasando algo así…
Aprendí que hablar de energía es hablar de fuerzas motrices o de la naturaleza, fuerzas espirituales, y que tenemos fuerzas internas que nos hacen sentir poder y que pocas personas lo perciben.
Muchas culturas hablan de varios tipos de energías, leer sobre ellas es algo muy interesante, pero lo que no podemos, es desconocer las propias y aprender en el día a día para aplicarla.
La alquimia ofrece para mucha gente, una vía para aumentar las energías vitales aprovechando la propia energía más básica y potente, la sexual.
Otra cosa interesante a descubrir por ejemplo, es un estudio realizado por la Universidad de Bielefeld que demostró que los seres humanos estamos continuamente influenciados por las energías del entorno; Así como las flores necesitan agua y luz para crecer, las personas también.
Estar en contacto con la naturaleza es estimulante y energizante para mucha gente, la Zooterapia por ejemplo es una solución; Parece que los humanos podemos absorber la energía que emana de los animales y de la naturaleza
La relación entre el estado de ánimo y el nivel de energía (que es nuestra capacidad, la que posee el cuerpo para realizar un trabajo), ya que cuando realizamos cualquier actividad lo que estamos haciendo es un trasvase de energía.
La energía de nuestro cuerpo influye, modificando nuestro estado de ánimo. Según algunos psicólogos, nuestro estado de ánimo refleja la asociación que existe entre la energía y las emociones. El estado de ánimo fluctúa entre un estado energético (de más cansado a más activo) y un estado referido al grado de nerviosismo (entre más calmado o más tenso).
Por eso cuando padecemos de un cansancio excesivo, se nos cruzan sensaciones de tristeza y pensamientos oscuros se dice que bajamos la vibración y es ahí cuando entran las energías que algunos las llaman «densas» y se manifiestan como un agotamiento general.
En ocasiones culpamos al exterior por sentirnos cansados y cargados, pero muchas veces esto tiene que ver con algo propio. Tener pensamientos negativos baja nuestra vibración y es así que las energías densas del ambiente pueden ingresar.
Sería interesante que antes de salir de casa, que cada uno se proteja como más desee; muchas personas invocan a sus guías o maestros, otras a sus espíritus de poder, otras usan oraciones, cábalas o símbolos herméticos, y también están las que resuenan con los Arcángeles como yo. Con la naturaleza, con piedras, sahumerios o lo que tengas a mano, y con tu actitud para entrenar la buena onda… pero jamás dejar que esto nos opaque.
¿Y vos que opinas de tus energías? ¿Alguna ayuda?